Huella digital, radiografía del candidato
… Una entrada en una bitácora, un comentario, una foto en una red social, una opinión en el blog de otra persona, una llamada de Skype o un correo electrónico dejan un rastro electrónico que define a una “persona virtual”, es el rastro de su comportamiento, una huella en definitiva.
Para llevar a cabo una gestión activa de nuestra reputación en la Red, debemos cuidar y definir claramente nuestra identidad digital. Para ello, es necesario destacar los atributos que nos singularizan a través de esos medios sociales.
Hay que procurar asimismo cuidar el tratamiento, tono y formas en los blogs, presentarse y despedirse en las llamadas de Skype, personalizar los correos electrónicos, cuidar la ortografía del contenido de los mismos y responder a los que nos envían en un plazo razonable de tiempo… #NETiqueta
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