PROTOCOLO FORMAL PARA LA COLOCACIÓN DE LAS COPAS EN LA MESA
La disposición de las copas en la mesa se realiza en función del líquido que van a contener y del orden en que se va a consumir, el tamaño de los vasos no influye en su colocación.
Las tendencias de los elementos en la mesa se decantan por los volúmenes y las formas geométricas. Esta predisposición afecta a la cristalería que mantiene las recomendaciones: lisa, fina e incolora. Sin embargo, la dimensión de los recipientes ha variado. El agua hasta no hace mucho ocupaba el de mayor tamaño. En la actualidad, el vino tinto se sirve en la copa más grande.
En la mesa se sitúan las copas necesarias. Si se demandara otra más o hiciera falta sustituir alguna, se realizará a medida que se requiera. En primer lugar se coloca la copa de agua, a continuación las de vino tinto y vino blanco.
La copa de cava o champán varía su ubicación en función del momento en que se sitúa en la mesa; si es al inicio de la comida, se dispone formando una segunda hilera de copas, tras las destinadas a los vinos. Si se coloca en el momento de su ingesta, a los postres, seguiría la hilera marcada por las restantes copas.